Filed under: Rebelión
El régimen de poder en el que vivimos no se parece en nada al que tal vez haya tenido vigencia en las monarquías administrativas, y cuyo caduco concepto ha sido hasta épocas recientes, es decir, en el seno mismo de las democracias biopolíticas, el único enemigo reconocido por los movimientos revolucionarios, a saber el de un mecanismo de obstaculización y de coerción puramente represivo.
La forma contemporánea de la dominación es, por el contrario, esencialmente productiva.
Por una parte, rige todas las manifestaciones de nuestra existencia (el Espectáculo); por otra administras las condiciones de ésta (el Biopoder).El Espectáculo es el poder que quiere que habléis, que quiere que seáis alguien. El Biopoder […] es el poder que quiere la salvación de sus súbditos, el poder que quiere que viváis.
Teoría del Bloom, Tiqqun
Vamos a apropiarnos de otro concepto más: Uno. El estado actual de cosas – «Aquí no pasa nada» – no deja de despertar una extraña sensación. Nos sabemos impuros. El tedio. El estado actual de cosas ejerce sobre nosotros una violencia sutil, nos anula y a la vez nos pide que seamos alguien.
Los revolucionarios quieren darle nombre, ponerle cabeza, porque entonces solo hay que re-volver el orden. Cortarle la cabeza. Enemigo reconocido. Concepto caduco. Y sin embargo nos sabemos también formando parte de ese estado actual de cosas. Distanciamiento de la estructura y a la vez pertenencia a la estructura. «Nadie es él mismo en la cotidianidad. Lo que allí es y cómo es alguien, presenta la faz del nadie: nadie y, sin embargo todos juntamente»
«Uno quisiera olvidar aquello de lo que Uno es políticamente contemporáneo.» Uno es el se y es el yo, y lo es a la vez. Es la cabeza que no se puede cortar. Uno es el problema. Uno es a la vez el Espectáculo y el Biopoder. Uno es la estructura. Y Uno se extrae del Espectáculo y el Biopoder.
Un enemigo invisible. Inconfesable: todos, ellos, yo y nadie a la vez. Uno ha creado un espacio político: el espacio público, la democracia. Ese es el único espacio político. Ante el cual solo queda una forma de insurrección, de rebelión: el silencio, el no ser alguien, el ser completamente otro (l’autre). Intrapolíticas. Colectivos.
2 comentarios so far
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Es el momento de hacer la siguiente indicación. En lo esencial nos consideramos parte y foco del denominado Comité Invisible. Sí, leemos a Tiqqun. Consideramos sin embargo, que en determinadas publicaciones se han inclinado hacia un comunismo difuso – digerible. Frente a ello reivindicamos la intrapolítica del colectivo. Aún así, nos oponemos a toda digestión de su (y nuestro) discurso por parte de focos contra-insurrecionistas. Es decir, de toda asimilación progresista, revolucionaria, reaccionaria o democrático-liberal.
Comentarios por sirenik May 6, 2010 @ 9:29 pmbueno, no esta mal el intento de arrancar una maquina. Pero estaria bien, y tendria algo mas de interes vuestra asociacion cuando os dejeis de tanta apologia pedante, y tanto remarcar que «somos parte y foco», mientras al mismo tiempo decis que sois estudiantes de universidad…, pero eso si «sin firma», hipercriticos, y opuestos a todo. (porque si no no funciona…)
me parece bastante naif este arrebato «insurrecionista».
podeis preguntarle a vuestro profesor, a ver que os recomienda ahora.
Podeis probar con el silencio como arma, y con no intentar ser alguien, despues de vomitar las apropiaciones. Quizas asi se acabe esta indigestión provocada por la «intrapolitica del colectivo».
por cierto, en que pagina esta la critica a la forma de vida «universitaria»? Dejemosla para los postres.
Otra cosa: «nos oponemos a toda digestion de su (y nuestro)discurso…»
la maquina debe de estar echando humo, y sigue sin funcionar. Ahora decidme como os vais a oponer…imagino que será con otro discurso, que ademas no es el mio, es el del comite aquel! muy bien! buen provecho.
Cuidado con los focos «contra-insurrecionistas» (sic) y los revolucionarios , ello tambien tienen hambre.
Comentarios por gargantua May 11, 2010 @ 9:52 pm